Empecemos por el principio.

El año nuevo Chino trae cambios. Dependiendo del animal regente, nos vemos empujados, tironeados, arrastrados a una energía específica. Hace dos dias entramos en la Serpiente de Madera, un bicho misterioso que muda de piel y avanza silencioso, que se desliza entre las hojas sin hacer ruido, pero siempre con una dirección clara.

Y aunque no tengo una dirección tan clara, estoy en plena muda de piel.

Después de ocho años en mi islita, esa que fue casa, refugio y hogar, decidí que era hora de soltar. No fue fácil. Hay algo interesante en los lugares que uno llama hogar y luego suelta, porque me conozco cada rincón del pueblo, me sé donde están las mejores olivas y donde tiran la mejor caña, sé que lugares evitar y logre ese ansiado momento en que entras a un bar y te preguntan Lo de siempre, Flor?. Pero también esa familiaridad tiene su otra cara.

Necesitaba, hace tiempo, algo nuevo. Algo distinto. Ver, oler, y escuchar cosas diferentes. Me ha pasado antes, reconozco bien cuando mi cuerpecito me dice Listo, aprendido, que viene ahora?.

Así que decidido. Mochilas, cajas, ventas en San Jordi, limpieza física y karmática de objetos, recuerdos e historias. Decidi(mos) venir a Chile a hacer una pausa, respirar un poco de familia antes de emprender la gran aventura. He visto a todas las personas que me importan. He reído y llorando y hecho mucha catarsis con quienes correspondían. Re-conocí a mi familia desde otra perspectiva. Porque Chile siempre es así para mí: un espacio entre lo que fui y lo que seré. Un limbo donde me encuentro con versiones pasadas de mí misma y las despido con un abrazo, una y otra y otra vez. Hasta la próxima.

Pero ya es hora. En menos de una semana me voy y tengo la misma sensación de Esto es lo que debería estar haciendo si o si en el cuerpo.

El Sudeste me espera con su humedad, mercados y comida nueva. Me voy a probar a mi misma en otro contexto. A ver qué me dice el mundo cuando me muevo en él.

Y sí, la Serpiente de madera me hace sentido. A los que somos Cabra este año nos empuja a dejar el miedo de lado y a avanzar con más confianza. A confiar en nuestra intuición. A mudar la piel que ya no nos sirve.

Así que aquí estoy, en el inicio de algo nuevo. No sé exactamente qué me espera, pero supongo que de eso se trata.